«El patio virtual». Uso de Tuenti como herramienta educativa

El uso de las redes sociales está muy extendido sobre todo entre los jóvenes. Twiter, Facebook y otras se han convertido en ventanas a las que nos asomamos para charlar con otras personas y compartir experiencias, fotografías, vídeos… Pero existe una red social que es más popular que ninguna entre los alumnos de Secundaria: Tuenti. Todo lo que estos adolescentes hablan, miran, escuchan, comentan, pasa por esta red.

Este artículo de Kubyx ofrece un buen ejemplo de cómo este espacio virtual puede convertirse en una herramienta muy útil para el trabajo de los docentes. Pepa Pinar, profesora de Lengua del IES «Enrique Díez Canedo» de Puebla de la Calzada, está desarrollando desde hace cuatro años una experiencia que busca explotar las posibilidades de las redes sociales para mejorar la comunicación entre alumnos y profesores y al mismo tiempo dinamizar el trabajo del grupo-clase. En la actualidad es además, Jefa de estudios del centro, para cuyo desempeño está utilizando también la red social.

 

«El patio virtual». Uso de Tuenti en un Instituto de Secundaria

La televisión es un medio que no fue inventado para la educación, de hecho, muchas veces se la considera su peor enemiga, pero bien utilizada ha dado abundantes frutos en muchas clases. ¿Qué profesor no se ha beneficiado alguna vez de un programa educativo, una representación teatral televisada o un documental?

 

En la actualidad, estamos en el momento de las redes sociales, algunos las demonizan insistiendo en que distraen a los alumnos y los alejan del estudio, pero si queremos acercarnos a ellos es mejor que seamos nosotros quienes vayamos a su terreno. Si defendemos que la tecnología debe estar al servicio de la educación ¿por qué vetamos la parte en la que los jóvenes se mueven con mayor soltura? ¿estamos creando guetos virtuales? Enviar un mensaje a un alumno a través de plataformas oficiales como Rayuela surte, desde mi punto de vista, el mismo efecto que una carta certificada, o una charla en el despacho del director, el formato demasiado frío y distante nos aleja de nuestros receptores. Si, por el contrario, se lo enviamos por Tuenti, es algo así como si fuésemos al patio para hablar con ellos.

Partimos de dos ideas básicas, la primera es que ninguna herramienta es en sí perjudicial, lo es el uso que se hace de ella y la segunda que los profesores debemos fomentar la comunicación con los alumnos, acercarnos a ellos para conocerlos y así poder ejercer nuestra docencia de forma más efectiva.

Soy profesora de instituto, tengo quince años de experiencia en las aulas y cuatro de uso de Tuenti como herramienta didáctica. En mi perfil no aparecen datos personales salvo mi fecha de nacimiento, que no tengo por qué ocultar, y mi lugar de origen. El resto de la información tiene que ver con mi trabajo.

Entre alumnos actuales y de cursos anteriores tengo 224 amigos. A ninguno de ellos les he solicitado su amistad, he dejado que sean los propios alumnos quienes me la soliciten a mí para que no se sientan presionados. A día de hoy (26 de septiembre de 2011), mi perfil ha recibido 5016 visitas. Como docente de Lengua Castellana y Literatura los usos básicos doy a Tuenti son los siguientes:

  • Felicito los cumpleaños de mis alumnos.
  • Cuelgo fotos de actividades, con la debida autorización previa, y ellos se etiquetan en ellas.
  • Tutorizo a través del chat. He mantenido muchas charlas con ellos, utilizando un medio en el que ellos se sienten seguros.
  • Resuelvo dudas de Sintaxis u otros contenidos, sobre todo antes de los exámenes.
  • Corrijo textos. Ellos, sobre todo los alumnos de Bachillerato, copian y pegan en un mensaje el texto que tienen redactado y yo les contesto con otro mensaje privado que contiene la corrección. Esto me resultó muy útil el curso pasado porque tuve una clase de 2º de Bachillerato muy numerosa. Normalmente hago que después de la explicación en clase, los alumnos redacten por sí mismos los temas de Literatura que tienen que estudiar para el examen. Ellos lo redactan, me lo envían y yo se lo corrijo para que se lo puedan estudiar.

Este año he asumido el cargo de Jefa de estudios de mi instituto y he encontrado en Tuenti una herramienta muy eficaz para comunicarme con los alumnos de mi centro de forma masiva. Utilizo mi “muro” (un espacio que es un tablón de anuncios digital) para colgar informaciones de interés, como reuniones de padres, fechas de exámenes de septiembre, etc. Incluso he enlazado la página del Ministerio de Educación para que los jóvenes de Bachillerato, Ciclos formativos y PCPI puedan rellenar la solicitud de su beca desde mi Tuenti.

Si alguien me preguntase por los inconvenientes diría que los mismos que pueda tener hablar con los alumnos en el patio o en la calle. Hay que ser un poco tolerante con la expresión en los chats (en los mensajes privados utilizan una caligrafía más convencional) y estar preparados para enterarnos, en algún descuido, de alguna cosa que no quisieran confiarnos. Hay algunas anécdotas que podría contar: una vez me enteré a tiempo de unas chuletas que estaban preparándose para un examen de la Celestina. En otra ocasión, ellos mismos se decían en los comentarios a las fotos: “cuidado que Pepa los está leyendo”.

Es cierto que les distrae en las horas de estudio, es normal, máxime cuando muchos pueden acceder a la plataforma desde el teléfono móvil. La solución está, desde mi punto de vista, en la racionalización de su uso.

 

De todas formas, yo invitaría a muchos detractores de Tuenti a que se diesen una vuelta por los perfiles de los alumnos: verían que son simples álbumes de fotos con mensajes y estados de ánimo típicos de jóvenes. Escriben las mismas frases de adolescentes que nosotros escribíamos en notas de papel y nos pasábamos a escondidas en clase.

Muchas veces el mal está en los ojos de quien mira.