Nuevas metodologías en el aula: de la excepción a la norma

grupo«Soy una isla en mi centro». Esta frase de Domingo Chica Pardo en el II Encuentro de docentes de ciencias sociales resume a la perfección la situación actual de muchos docentes cuyos alumnos ya están aprendiendo a través de metodologías basadas en el aprendizaje activo, como el ABP o el Flipped Classroom.

Los resultados de estas experiencias son óptimos. Los alumnos aprenden más, aprenden con más profundidad y tienen más éxito. Sin embargo, en muchos colegios e institutos la innovación se limita a algunos profesores y profesoras, maestros y maestras que han comprobado qué ocurre cuando a sus estudiantes se les propone aprender de otra manera.

¿Cuáles son esas experiencias que pueden servir de modelo? ¿Cómo conseguir que los docentes que apuestan por otros modelos de aprender no sean islas? La búsqueda de respuestas a estas preguntas clave para el cambio educativo eran el objetivo de la intervención de CeDeC en el II Encuentro de docentes de CCSS, celebrado en el CEP de «Córdoba». y que supuso un momento de intercambio de experiencias, ideas y sobre todo una constatación de que el cambio en la forma de aprender en el aula no solo es necesario y posible si no que ya está ocurriendo.

 «Alumnos crean videolecciones para sus compañeros», «Usamos el ruido del centro para aprender y difundir», «Alumnos que enseñan a alumnos», «Contenidos educativos a medida de cada alumno«, «Flipped en el aula: una aventura extraordinaria»…

Estos son los títulos de algunas experiencias educativas innovadoras que se han desarrollado en algunos centros educativos durante los últimos meses. En todas ellas los alumnos aprenden de manera activa investigando, creando sus recursos de aprendizaje y compartiendo lo creado con sus compañeros.

Al mismo tiempo, las herramientas, los contenidos y los momentos de la evaluación son completamente diferentes. Los estudiantes saben desde el inicio los criterios , ponen en juego, recursos como las rúbricas y los diarios de aprendizaje, son agentes activos en la revisión, análisis y valoración de sus tareas y colaboran en la evaluación de sus compañeros.

El éxito de estas experiencias está no solo en la adquisición por los alumnos de las competencias y la consecución de los objetivos del currículo sino sobre todo, por el cambio en la implicación de los estudiantes en las actividades escolares dentro y fuera del aula.

Mari Cruz Chacón, del IES «Clara Campoamor» de Ceuta lo resume de esta forma cuando explica por qué sus alumnos quieren seguir aprendiendo por proyectos «El resultado de nuestra experiencia (ABP) puede resumirse así: alumnos y alumnas que quedan en sus casas para preparar los trabajos y que piden ir al instituto por las tardes para preparar sus tareas, que llegan a casa y no paran de mandar mensajes para que sus profesores les resuelvan dudas. estudiantes que han pasado de la desmotivación a la implicación».

La base de estas experiencias está en nuevos planteamientos metodológicos, entre los que podemos citar, por su actualidad y aceptación, el aprendizaje basado en proyectos y el Flipped Classroom. Estas nuevas metodologías están siendo puestas en práctica por los docentes en dos formas muy diferentes. En unos casos, el profesor o profesora espontánea e individualmente apuesta por el nuevo método. En otros casos, el proyecto del centro, y las directrices de la dirección, marcan la obligatoriedad de que todos los docentes asuman y pongan en práctica estas metodologías.

Más allá de algunos elementos específicos que podemos considerar para la enseñanza de las Ciencias Sociales, muchas de las características de los cambios metodológicos que están ocurriendo y que van a continuar extendiéndose en los próximos cursos son comunes para cualquier área de conocimiento de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional.

Por tanto, nuestro análisis de la presencia de las nuevas metodologías en la enseñanza debe ampliar la mirada y hacer un análisis general de los elementos comunes que las nuevas metodologías están aportando a las diversas materias aunque utilizando como referencia, ejemplo y guías las experiencias vinculadas a las Ciencias Sociales.

Con este enfoque, podemos además tener en cuenta en nuestro análisis; sin perder la vista los objetivos, contenidos y criterios propios de las Ciencias Sociales; cómo enfocar el aprendizaje de nuestros alumnos para responder a los nuevos requisitos sociales y curriculares, marcados por objetivos globales que afectan a todas las áreas de conocimiento y que se resumen actualmente denominandose competencias clave.

Ejemplos que son modelos

Las siguientes propuestas y experiencias didácticas que se insertan en estas corrientes innovadoras de las que hablamos y que aplican la innovación al aprendizaje de contenidos concretos del currículo de las áreas de las Ciencias Sociales son el mejor punto de partida para la reflexión. Algunas son específicas de Geografía e Historia y fueron presentadas en el encuentro de docentes de Ciencias Sociales y otras son muestra de propuestas interdisciplinares de aprendizaje.

  • «Profes de Economía / Historia». Esta secuencia didáctica basada en aprendizaje por proyectos plantea a los alumnos el reto de desarrollar tres contenidos didácticos sobre los sectores económicos: un juego de mesa, un vídeo educativo y un libro (en formato tradicional o en epub). Hasta llegar a estas producciones, los equipos de aula recopilarán sus recursos, experiencias y actividades en blogs de aula, que actuarán como diarios de aprendizaje, en paneles (colocados en el aula o diseñados en Pinterest).
  • «The mirrors’ social news». Una experiencia del IES «Torres de los Espejos» en la que la colaboración entre los docentes de Inglés y Geografía e Historia da como resultado un periódico digital en el que además del aprendizaje de la lengua extranjera, los alumnos desarrollan contenidos y objetivos ligados al currículo de tercero como Demografía, Economía y organización política.
  • «Luz y oscuridad». Proyecto global de centro del IES «Dos mares» de Murcia. En él, los estudiantes trabajaron desde las diversas materias en torno a un tema común para desarrollar diversas experiencias que implicaban la investigación, la resolución de casos y la publicación de contenidos en diversos formatos como presentaciones digitales sobre el cambio climático.
  • «Ojos que no ven». Secuencia didáctica ABP en la que los alumnos se distribuyen en equipos de aula para desarrollar proyectos que incluyen objetivos, contenidos y estándares del currículo de Geografía e Historia pero también aspectos esenciales en la formación como la conciencia en torno a situaciones de desigualdad y discriminación y el rechazo de la violencia. Para conseguir estos objetivos, los alumnos se enfrentan a estos retos: producir y publicar en la Red una entrevista a un inmigrante, generar una página web que presente situaciones de explotación infantil o crear álbumes de fotografías que resuman situaciones de injusticia).

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Esto es aprender en el siglo XXI

Los ejemplos presentados muestran como el cambio en la metodología de aprendizaje modifica las dinámicas de aula pero también qué y cómo se aprende. Estas experiencias didácticas nos permiten hacer un listado de las características que tienen las propuestas metodológicas innovadoras ligadas que motivan a los alumnos y consiguen que estos aprendan más, mejor y con más continuidad:

Abordan varios tipos de contenidos curriculares al mismo tiempo: las competencias y habilidades básicas pero también el aprendizaje de los contenidos de la materia. Parafreseando el artículo «7 elementos esenciales del ABP» del Buck Institute for Education «es muy importante recalcar que las «Competencias clave» solo pueden adquirirse a través del aprendizaje de contenidos, conceptos e ideas clave. Por ejemplo, el pensamiento crítico no se aprende y desarrolla en abstracto, de manera aislada con respecto a los contenidos de la materia. Nuestros estudiantes trabajan, por ejemplo, el pensamiento crítico mientras estudian los contenidos de las diferentes áreas (en nuestro caso, Geografía e Historia).

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Impulsan a los alumnos a aprender de manera activa, ganando paulatinamente autonomía y colaborando con sus compañeros en equipos de aula. Esto no implica que los estudiantes no tengan momentos para actividades individuales sino que modifica el peso de este tipo de tareas y actividades de aula.

  • Combinan distintas tareas, propuestas y procesos en una misma secuencia didáctica.
  • La investigación y búsqueda de información.
  • El análisis de la información y de los recursos en los que esta aparece.
  • La creación de recursos de aprendizaje propios y de repositorios para recopilar información.
  • La generación de producciones que presentan contenidos concretos pero también el resultado de proyectos de aula.

Obligan a cambiar, o más bien a enriquecer, la evaluación en todas sus dimensiones:

  • Los objetivos. Evaluar ya no es solo calificar logros o establecer niveles sino sobre todo revisar lo aprendido y reflexionar qué y cómo se está aprendiendo. Los alumnos pueden usar los documentos de evaluación (como por ejemplo, las rúbricas de aprendizaje) como guía para el desarrollo de sus tareas o actividades y como referencias para mejorar.
  • Los momentos. Aparecen sistemática y periódicamente espacios específicos para la evaluación. Al acabar una tarea, por ejemplo, los estudiantes anotan en sus diarios de aprendizaje sus reflexiones sobre la tarea y posteriormente, analizan, junto con su profesor o profesora, el resultado siguiendo los items marcados en la rúbricas o guías de aprendizaje.
  • Las herramientas. Guías, diarios de aprendizaje y especialmente rúbricas son los recursos con los que la evaluación de las secuencias didácticas es llevada a cabo. Como referente sobre rúbricas de evaluación, tenemos los diversos artículos publicados por Víctor Marín y en los que se explica muy claramente qué es una rúbrica, cómo se crean y utilizan y sobre todo cómo hacerlas más útiles para nuestros procesos de aula.
  • Los actores. Los alumnos son parte de su evaluación y de la de sus compañeros: analizan qué han aprendido y cómo han aprendido individualmente y en equipo, analizan las tareas y los procesos de aula y aportan su valoración de la propuesta llevada a cabo e incluso de la labor del docente.

Tecnologías invisibles con resultados muy visibles

En las secuencias y experiencias didácticas enfocadas a partir de estas líneas metodológicas el uso de las TIC se integra de manera natural y coherente en las actividades de aprendizaje dentro y fuera del aula. Los docentes plantean a los alumnos actividades, tareas y retos que los empujan a usar las nuevas tecnologías para aprender conocimientos de Geografía e Historia poniendo en juego nuevas competencias y habilidades ligadas a las TIC.

Los estudiantes, individualmente y en equipo, utilizan tablets, ordenadores, y por supuesto Internet, como herramientas para consultar, investigar, recopilar información, trabajar de manera colaborativa, crear sus materiales de aprendizaje y compartir lo que han aprendido.

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De esta forma, por primera vez en muchos casos desde la irrupción de las TIC en las aulas, estas se convierten en un elemento más de tareas y secuencias didácticas, se integran de manera natural en estas y amplían sus posibilidades de apoyo.

¿Cuáles son los usos de las TIC que las integran en las actividades de aula planteadas por estas nuevas líneas metodológicas? El listado sería muy amplio pero ofrecemos aquí ocho tipos de actividades y tareas, ejemplificadas con algunas propuestas del proyecto EDIA de CeDeC en sus recursos de Geografía e Historia.

Esta lista nos permite ver como el desarrollo de los nuevos planteamientos metodológicos están permitiendo que las nuevas tecnologías enriquezcan realmente el aprendizaje y puedan ser incluidas en cualquier secuencia o experiencia didáctica de manera sistemática.

Las nuevas tecnologías cobran un gran protagonismo sin que ello suponga perder de vista que deben ser un elemento más del aprendizaje que se incardine con el resto de competencias y con los objetivos curriculares de diversas materias, en este caso Ciencias Sociales.

Innovación ma non troppo

Todos los ejemplos aquí citados y la riqueza que suponen no deben hacernos perder de vista que estamos aún en los inicios del cambio metodológico en la mayoría de áreas y, obviamente en las Ciencias sociales. Siendo realistas, las metodologías como ABP, Flipped y otras están introduciéndose poco a poco en las aulas y en muchos centros son profesores a título individual o pequeños grupos de docentes los que ponen en marcha estas experiencias.

A pesar de su éxito o más bien de su aparente popularidad, no todos los alumnos aprenden siguiendo estos métodos. Más bien estamos en una situación en la que muchos de los docentes comienzan a experimentar, con miedos y reticencias nuevos métodos de enseñanza e intentan, de diferentes maneras, hacerlos compatibles con las exigencias del currículo y las leyes educativas.

El momento no puede ser más interesante ya que están definiéndose las líneas metodológicas que van a marcar la pauta de la innovación durante los próximos cursos. La adopción, por parte de muchos centros y docentes, de estas nuevas metodologías requerirá de cierto tiempo, de la experimentación de estos nuevos métodos y de la difusión de experiencias como las citadas en este artículo.

En este sentido, es necesario promocionar por un lado los espacios en los que los docentes que ya han iniciado el camino de la innovación metodológica difundan, cuenten y expliquen qué están haciendo, qué han conseguido y, por supuesto, los problemas y fracasos que implica cambiar la metodología y apostar al mismo tiempo por las nuevas tecnologías como vehículos de aprendizaje.

Como complemento, parece más que pertinente apoyar a los docentes que quieran iniciarse en esta innovación con recursos educativos diseñados con bases metodológicas innovadoras y que les faciliten todos los recursos, materiales y orientaciones para introducir cambios en sus aulas sin tener que partir de cero.

El modelo de recursos educativos abiertos es otro soporte que debe estar presente en los próximos años para conseguir que todos los alumnos tengan la posibilidad de aprender activamente y usando con coherencia las Tecnologías de la información y la comunicación.

Conclusiones: el camino trazado

El esfuerzo durante los próximos cursos debe situarse, desde nuestro punto de vista, en que la mayor parte de los centros, incluyan los planteamientos metodológicos innovadores dentro de sus proyectos educativos. Así, los docentes se verán apoyados e impulsados a proponer a sus alumnos secuencias y experiencias didácticas verdaderamente del siglo XXI en las que los estudiantes sean protagonistas activos de su aprendizaje y de la vida de sus aulas y centros educativos.

La adopción de estas líneas de innovación metodológica implicará cada vez más una concepción interdisiciplinar en la que la enseñanza y el aprendizaje de las Ciencias Sociales se desarrollará en conexión con docentes de otras áreas con los que plantearemos secuencias y propuestas didácticas que recojan diversas competencias, objetivos y contenidos de varias materias.

El uso exitoso de las TIC en la enseñanza de las Ciencias Sociales formará parte de estas propuestas metodológicas que cambien el modelo de aula tradicional y que actualmente se vinculan a modelos como los de Flipped Classroom, el ABP o las tareas integradas. Este es el cambio que algunos docentes y centros están empezando a poner en marcha con éxito.

Como pudimos constatar en el encuentro, muchos docentes y sus alumnos y alumnas son ya el ejemplo del éxito de estas propuestas. ¿Cómo conseguir que estos docentes sean lo más común y no, como sucede en muchos casos, la excepción? El primer paso puede ser reflexionar y difundir, como ocurrió en el encuentro de Córdoba, algunos de sus resultados se plasman en los siguientes enlaces y documentos, que muestran qué puede ocurrir en las aulas si los docentes nos atrevemos a buscar otras maneras de hacer llegar el conocimiento a los alumnos y alumnas:

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Como elemento final de esta reflexión, queremos dejar abierta una pregunta que debe ser objeto de reflexión, debate y análisis y que podría ser la línea de trabajo para próximos encuentros. ¿Cómo cambia el papel del docente en el aula en estos nuevos modelos metodológicos? Las respuestas a esta pregunta pueden aportarnos un punto de vista complementario y nuevas ideas para profundizar en el cambio metodológico en todas las áreas y, por nuestra parte, en las Ciencias Sociales.