Las buenas noticias y la accesibilidad emocional

 

A lo largo de las últimas décadas, han sido muchos los que han reflexionado sobre cómo ir derribando esas barreras físicas, sensoriales e incluso cognitivas que dificultan los procesos de aprendizaje, con el fin de favorecer, en nuestros centros educativos, algunos de esos principios que actualmente sigue promoviendo la LOMLOE (2020): la inclusión, la participación, la calidad, la equidad, la no discriminación y, por supuesto, la igualdad efectiva. Pero, lamentablemente, no han sido tantos los que también han considerado abiertamente la importancia y la trascendencia que tiene, para el aprendizaje, una adecuada accesibilidad emocional de los espacios educativos. Por esa razón y para que cada vez seamos más los que colaboremos en la construcción de entornos amables, emocionalmente seguros y en los que ya nadie tenga que sentirse desplazado por razón alguna, queremos compartir la siguiente experiencia pedagógica.

La importancia de un entorno emocionalmente accesible

Sabemos que el aprendizaje del alumnado no es un fenómeno aislado, estanco o impermeable, sino más bien todo lo contrario: siempre se produce en un contexto en el que circunstancias de todo tipo condicionan su mayor o menor eficacia. Así, por ejemplo, la carencia de recursos, la falta de conocimientos previos, una baja motivación, los problemas con la memoria o con la capacidad de atención, unas ínfimas expectativas de éxito, los problemas de salud o unas condiciones económicas familiares precarias son algunos de los muchos factores que podrían dificultar y entorpecer, también desde un punto de vista emocional, los procesos de aprendizaje.

Sin embargo, la propuesta pedagógica que planteamos pretende centrarse en otro elemento clave diferente a los enunciados hasta el momento y que, a nuestro parecer, sin ninguna duda, también puede llegar a estorbar, a obstaculizar y a complicar el aprendizaje: la ingente y desmedida oleada de malas noticias a las que todos, sin excepción, nos vemos expuestos a diario. Nos referimos a todas esas informaciones que hacen mención, por ejemplo, a las consecuencias de una pandemia global, a los conflictos bélicos, a las crisis económicas, a las pugnas políticas, a las dificultades que muchos tienen para llegar a final de mes, o a las atrocidades y a los infortunios más variados que van aconteciendo con el paso de los días, y sobre los que solemos estar totalmente informados. ¿O acaso alguien cree que nuestro alumnado, sus familiares o nosotros mismos podemos mantenernos al margen y aislarnos frente al impacto de las malas noticias?

En verdad y para ser algo más precisos, lo que ahora proponemos hacer es justo lo contrario: centrarnos en las múltiples ventajas emocionales que entrañaría aprender a fijar la mirada en las “buenas noticias”, que también existen y que son muchas más de las que nos imaginamos. ¿O acaso vamos a negar también los beneficios para el aprendizaje que pueden llegar a generar la alegría, el buen humor, una motivación elevada o una actitud vital optimista?.

 

Captura de pantalla de algunas de las noticias que podemos leer en el periódico La cara buena del mundo.

 

En la línea de lo que defiende A. Damasio (2005) cuando explica que la emoción y los sentimientos actúan sobre nuestro pensamiento y modelan nuestra manera de procesar la información, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que lo que vemos, lo que oímos, lo que pensamos, pero también lo que experimentamos a nivel emocional, a menudo acaba afectando, en mayor o en menor grado, a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por ello, consideramos que el conocimiento, el análisis y la difusión de “buenas noticias” en el aula siempre será una práctica pedagógica enriquecedora, acertada y conveniente, mediante la que todo docente, individual o colectivamente, puede contribuir a la creación de un entorno educativo mucho más amable y positivo o, dicho de otra forma, a la construcción de un entorno emocionalmente accesible para todos.

 

Buenas noticias y rutinas de pensamiento

En cuanto al tratamiento didáctico de esas “buenas noticias” y a la metodología de trabajo que podríamos utilizar en el aula, a nadie se le escapa que existen tantas propuestas y posibilidades de ejecución como docentes preparados para la acción. No obstante, recomendamos encarecidamente el uso de dinámicas que permitan la interacción y la participación activa del alumnado, así como el intercambio enriquecedor de opiniones, para garantizar que la voz de todas y todos pueda ser escuchada, atentamente y con absoluto respeto. Prestar atención a las intervenciones de los demás, sobre todo cuando exponen opiniones, argumentos o creencias, quizá sea una de las formas más sencillas, pero también de las más eficaces, de reconocer y de aceptar al otro, con todas las consecuencias que eso comporta a favor tanto del bienestar emocional de las personas como de la convivencia grupal.

Iniciar la jornada escolar o empezar una clase de cualquier materia con una “buena noticia” es como plantar semillas de optimismo y valores adecuados para la convivencia en el interior de cada uno de nuestros estudiantes; y ese buen ejercicio pedagógico no tiene por qué ocuparnos más de cinco minutos. Sin embargo, para quienes se propongan el reto de profundizar en esta práctica e invertir un mayor esfuerzo, también existe la posibilidad de que transformemos esos nuevos conocimientos positivos sobre la realidad que nos aportan las “buenas noticias” en aprendizajes competenciales, beneficiándonos y aprovechándonos de algo tan útil como el procesamiento y la personalización de la información. Para ello, proponemos la utilización de rutinas de pensamiento como las desarrolladas en el Proyecto Cero de la Harvard Graduate School of Education, con las que todo el alumnado, de forma sencilla y guiada, puede aprender, por poner solo algunos ejemplos, a reflexionar de forma metódica, a relacionar y comparar conceptos, a explicar fenómenos tras haberse fijado atentamente en lo que sucede a su alrededor o, incluso, y ahí consideramos que está el mayor de los beneficios, puede aprender a comprender en mayor grado por qué las personas pensamos lo que pensamos y, sobre todo, por qué sentimos lo que sentimos, reforzando de esta forma sus competencias metacognitivas y emocionales.

 

Captura de pantalla de algunas de las noticias que podemos leer en el canal Only Good News.

 

Algunas propuestas a modo de ejemplo

Ofrecemos, a continuación, una muestra de siete noticias que hemos seleccionado al azar del periódico La cara buena del mundo y del canal Only Good News, dos medios informativos digitales que apuestan por el periodismo positivo. También hemos querido vincular cada una de esas “buenas noticias” con diferentes rutinas de pensamiento, para ilustrar y sugerir de forma práctica las múltiples posibilidades de acción y reflexión que pueden llevarse a cabo. La combinación de noticias y de rutinas nos ofrece, por tanto, un abanico infinito de dinámicas que podemos adaptar a las necesidades y circunstancias de cada momento. He aquí, pues, algunas muestras:

Noticia: El superhéroe que recorre España para ‘salvar’ a niños con cáncer
Rutina de pensamiento: Qué te hace decir eso
Propuesta: Tras la lectura del titular y de la entradilla, y a modo de entretenimiento, se procura averiguar los motivos por los que alguien ha decidido disfrazarse de Spiderman y recorrer España para “salvar” a niños con cáncer. A pesar de que esta rutina está pensada para promover el razonamiento basado en evidencias, consideramos que siempre resulta interesante y estimulante para el alumnado compartir hipótesis, interpretaciones y alternativas que revelen las múltiples perspectivas que podemos llegar a tener sobre un mismo hecho.

Noticia: El peluquero que hace descuentos a los niños que leen en su barbería
Rutina de pensamiento: Pensar-Inquietar-Explorar
Propuesta: Se invita a recapacitar sobre la originalidad y la singularidad de la propuesta y posteriormente se propone al alumnado que identifique otras situaciones en las que podrían idearse alternativas solidarias originales en beneficio de las personas o de la comunidad. Esta rutina podría servir, por ejemplo, para despertar inquietudes y abrir la puerta a posteriores trabajos de investigación o a proyectos grupales de aprendizaje-servicio que, por haber surgido de la propia iniciativa personal, acabarán resultando mucho más cautivadores, interesantes y significativos.

Noticia: Científicos diseñan un material que puede ‘pensar y sentir’
Rutina de pensamiento: Puntos de la brújula
Propuesta: Antes de profundizar en el contenido de la noticia, pero tras haber leído el titular, el alumnado debe expresar brevemente cuáles serían las posibles ventajas (E), las posibles desventajas (O), las dudas iniciales que se les plantean (N) y sus posicionamientos personales previos (S), con relación al hecho que nos descubre el titular. Posteriormente, después de haber leído toda la noticia y tras haber compartido los diversos puntos de vista que hayan podido surgir, se les invita a reflexionar sobre cómo ha podido cambiar su pensamiento, si es que ha variado en algo.

Noticia: Un adolescente de Ghana construye una moto para personas con discapacidad
Rutina de pensamiento: Círculo de puntos de vista
Propuesta: Antes de proceder a la lectura de la información se formula la siguiente pregunta: ¿Quién podría construir un vehículo eléctrico para personas con discapacidad y qué necesitaría para ello? Se elabora una lista compartida con las respuestas que se vayan ofreciendo, con el fin de reflejar la diversidad de perspectivas y de opiniones. Posteriormente, tras la lectura del titular y del resto de la noticia, se propone la posibilidad de reflexionar sobre cómo puede llegar a cambiar nuestra visión de las cosas, o qué tiene que suceder para que superemos ciertos prejuicios y estereotipos.

Noticia: Nace Universal Poem, el poema infinito de la humanidad
Rutina de pensamiento: Pensar-Trabajar en pareja-Compartir
Propuesta: Se propone que el alumnado escriba, de forma individual o colaborativa (en parejas), algunos versos con los que se podría participar, si así se desea, en el proyecto colectivo del que habla la noticia. Aunque la rutina original está pensada para favorecer el razonamiento activo sobre algún tópico o problema y la explicación de pensamientos, lo que se pretende en esta ocasión es facilitar la expresión de algo que sin duda nos une a los otros y al resto de la humanidad: la posibilidad, siempre enriquecedora, de manifestar emociones y sentimientos compartidos.

Noticia: Logran cultivar espinacas en el desierto
Rutina de pensamiento: Afirmar-Apoyar-Cuestionar
Propuesta: Tras proponer la simple idea de que el cultivo de verduras en el desierto es algo totalmente inviable, el alumnado debe optar por defender o por cuestionar esa misma idea, pero intentando aportar algún argumento o dato complementario. Posteriormente, se propone el reto de que cada uno de los participantes se atreva a replicar sus propias interpretaciones personales (y no las de los demás) formulando alguna pregunta o alguna reflexión que pudiera servirles para cuestionar su postura inicial. Finalmente, se procede a escuchar la noticia y a reflexionar sobre ella.

Noticia: Descubren once virus marinos que pueden ayudar a mitigar el cambio climático
Rutina de pensamiento: Antes pensaba-Ahora pienso
Propuesta: Sin haber revelado previamente el titular y sin haber leído la noticia, se pide al alumnado que recuerde y exponga brevemente lo que sabe, a grandes rasgos, sobre los virus y sobre el cambio climático. Quienes lo deseen pueden compartirlo con el gran grupo. Posteriormente, tras la lectura del titular y de la noticia, se les invita, en primer lugar, a contrastar abiertamente sus conocimientos previos con lo que hayan podido descubrir, y en segundo lugar, a que compartan y valoren públicamente sus cambios de pensamiento, si es que los ha habido.

 

Valoración de la experiencia y sugerencias

Podemos afirmar honestamente que el cien por cien de las ocasiones en las que hemos querido acercar las “buenas noticias” al aula confirman la gran atracción e interés que estas despiertan entre el estudiantado. De hecho, es como si todos nosotros, y no solo el alumnado, tuviéramos la necesidad o la “sed” de contagiarnos de lo bueno, lo positivo, lo agradable, lo que nos resulta grato y realmente beneficioso. “Profe, ¿comentaremos hoy alguna buena noticia?”, nos han preguntado en más de una ocasión; y es en esos momentos cuando hemos vuelto a recordar la importancia y el peso que tienen las emociones en el aprendizaje y cómo estas pueden llegar a influir en la capacidad de razonamiento, en la memoria, en la toma de decisiones o, muy especialmente, en la actitud del alumnado frente a su propio aprendizaje.

Si queremos hacer todo lo posible para construir entornos de aprendizaje y de convivencia más amables, acogedores y realmente inclusivos, tenemos que ser capaces de responder ágilmente y eficazmente frente a la enorme diversidad de necesidades del alumnado. Consideramos, pues, que una buena manera de lograrlo es dándoles la voz para que cada uno pueda participar a su manera, para que opinen sin temor a ser juzgados, para que puedan compartir y demostrar todo lo que ya saben, y sobre todo para que experimenten el grato y cierto sentimiento de que ya son competentes. Como hemos insinuado anteriormente, saberse escuchado por los demás es una condición imprescindible para sentirse aceptado y reconocido; y si además de escucharnos los unos a los otros, lo hacemos descubriendo y compartiendo los valores de todas esas “buenas noticias” que a menudo pasan desapercibidas por nuestro lado y que, por desgracia, parecen ser ignoradas o relegadas a un segundo plano por la mayoría de los medios informativos, estaremos dando pequeños pasos, pero bien firmes y seguros, hacia un futuro mejor. Animémonos a difundir “buenas noticias” desde nuestros centros educativos y estaremos contribuyendo a la creación de espacios de aprendizaje emocionalmente accesibles, espacios de felicidad, optimismo, alegría y vida.

Fuentes citadas y recursos utilizados