A lo largo de estas últimas décadas se ha constatado la gran evolución y el enorme cambio que ha experimentado la sociedad en general. En el ámbito educativo esto ha supuesto que, desde diversas instituciones nacionales e internacionales, se dé un impulso a la enseñanza de las competencias para poder garantizar un desenvolvimiento óptimo de las actuales y futuras generaciones de estudiantes en un mundo que sabemos cada vez más incierto.
Si bien el concepto de competencia lleva sobre el papel desde inicios de siglo, tanto en la legislación (LOE,2006) como en numerosas investigaciones y documentos marco, la realidad es que sigue siendo necesario profundizar en lo que significa aprender y enseñar competencias.
Aprender competencias va más allá de ejercitar conceptos, procedimientos, actitudes, etc. y, enseñarlas, implica el uso de modelos pedagógicos, métodos y ambientes favorecedores de un aprendizaje profundo y eficaz.
Esto supone un cambio de paradigma pero sobre todo un cambio en la manera de percibir los fines de la educación, la función docente y el rol del aprendiz.
Todas estas reflexiones son el punto de partida de las Orientaciones para elaborar experiencias de aprendizaje que se presentan en este recurso. Estas pretenden facilitar la reflexión y la toma de decisiones del docente en su rol de diseñador de experiencias de aprendizaje adaptadas a los fines educativos y a los retos del siglo XXI. Sus objetivos son:
- Contextualizar la propuesta en el marco teórico actual.
- Referenciar las estrategias metodológicas más relevantes para la enseñanza de las competencias.
- Aportar ideas, pautas y modelos para el diseño de experiencias de aprendizaje.
- Favorecer la reflexión sobre la práctica docente.
El documento se estructura en tres grandes apartados:
- Bases metodológicas. Se realiza una descripción de la evolución de los distintos modelos educativos a lo largo del último siglo hasta nuestros días. Se trata de mostrar la aportación que puede realizar cada uno de ellos al proceso de enseñanza-aprendizaje competencial. Se describen las condiciones para la enseñanza de las competencias y los requisitos para crear ambientes de aprendizaje.
- Metodología didáctica. Se ofrece una selección, clasificación y descripción de los métodos que se ajustan al enfoque competencial de la educación.
- De la teoría a la práctica. Se aportan orientaciones y ejemplos para facilitar los diseños de experiencias de aprendizaje basadas en el marco teórico expuesto en los dos apartados anteriores.
Asimismo, se incluyen un glosario, un epílogo y la bibliografía con las referencias utilizadas.
Las orientaciones incluyen los aspectos que consideramos clave para abordar el diseño de experiencias de aprendizaje. Enseñar competencias es complejo y requiere de una multiplicidad de miradas, perspectivas, actitudes, métodos, etc. acordes al objetivo de conseguir aprendices activos y autorregulados.
Además, el documento recoge y organiza, en una clasificación propia, las principales metodologías que se pueden englobar bajo el apellido de activas, cada una de ellas con sus especificidades, fortalezas y debilidades.
Sin embargo, para orientar el diseño de experiencias de aprendizaje, no es suficiente ofrecer dicha clasificación, mencionar sus características y citar referentes. Por ese motivo, en la segunda parte de las orientaciones, se plantea para su elaboración un diseño dual que recoge dos aspectos, la narrativa y los elementos curriculares. La propuesta es fruto de la experiencia, del conocimiento adquirido y de la reflexión realizada como docentes, como creadoras de REA basados en metodologías activas y como formadoras de centros educativos. Somos conscientes de que hay múltiples formas de realizar esta tarea pero pensamos que ofrecer unas pautas, ejemplos y un esquema de realización puede resultar de utilidad.
Por último, queremos resaltar la importancia de la cooperación del profesorado en el diseño de experiencias de aprendizaje. Como ya se ha indicado es un proceso complejo que requiere del trabajo colaborativo de los equipos docentes.