¿Qué aportan los recursos educativos abiertos a mi práctica docente?

 

¿Por qué crear materiales nuevos cuando existe una gran cantidad de recursos ya creados? ¿Por qué no partir de materiales existentes y mejorarlos, actualizarlos, traducirlos, utilizar una parte de ellos, combinarlos con otros y redistribuirlos?

Cuando en 1676 Isaac Newton escribió la famosa frase “Si he visto más allá es porque subí a hombros de gigantes” en una carta dirigida a Robert Hooke, nos transmitía la idea de que el conocimiento que él había generado se basaba en los conocimientos aportados por otros científicos antes que él.

En la actualidad, y gracias a los grandes avances de la tecnología, es más fácil que nunca crear contenidos digitales, compartirlos y localizarlos en las redes. De hecho, el profesorado acude con mucha frecuencia a internet con el objetivo de buscar recursos para incluir en sus materiales o usar en su aula: un vídeo para proyectar, un imagen para ilustrar, unas tareas para ofrecer al alumnado, una secuencia didáctica para desarrollar en el aula… ¿Quién no ha pensado aquello de: “Seguro que alguien ha creado algo parecido a lo que yo necesito”?.

Y seguro que así es, pero ¿lo ha difundido? Y si lo ha difundido, ¿tiene una licencia que me permita utilizarlo?. Y si puedo utilizarlo, ¿tengo que pagar algo? Y si es gratuito, ¿puedo modificarlo para adaptarlo a mi aula? Porque hablamos de utilizar materiales ya creados, pero es fundamental adaptarlos a nuestro contexto, a nuestro alumnado, a nuestra forma de organizar las clases.

En este sentido, los recursos educativos abiertos (REA) nos garantizan la posibilidad de disponer de materiales de libre acceso y modificación de forma completamente gratuita.

Pero ¿qué son los recursos educativos abiertos? Son materiales para la enseñanza, el aprendizaje o la investigación, en cualquier formato y soporte,  que están en dominio público o que, si están protegidos por derechos de autor, han sido publicados con una licencia que permite el acceso a ellos, así como su reutilización, reconversión, adaptación y redistribución sin coste alguno (UNESCO, 2019).

De esta definición se derivan tres características principales:

  • Son educativos. Utilizados en la enseñanza, el aprendizaje o la investigación.
  • Son gratuitos. No suponen coste alguno para la persona que accede a ellos.
  • Están en el dominio público o su licencia permite su modificación (importante, no todas las licencias lo permiten).

Sin embargo, además de estos requisitos básicos para considerar un material como REA, se deberían cumplir otros tres aspectos importantes, de forma que realmente puedan ser utilizados y modificados por todos y todas:

  • Contenido accesible. Deben respetar las pautas de accesibilidad recomendadas para que los usuarios con diferentes capacidades puedan acceder a ellos. Cuantas más personas puedan acceder y consultar estos recursos, más abiertos serán.
  • Fácilmente editables. Deben estar creados o poder ser editados con una herramienta gratuita, sencilla y multiplataforma, como eXeLearning, ofreciendo en todo caso el código fuente del material. Cuanto más fácil sea el proceso de modificación, más abierto será el recurso (ver Evaluación de herramientas de edición de REA: el modelo ALMS).
  • Materiales innovadores. Si el objetivo de los REA es crear o modificar un recurso para compartirlo con toda la comunidad y que otros docentes puedan utilizarlo, adaptarlo y redistribuirlo, aportemos valor, aportemos un material que mejore la educación en cualquiera de los sentidos. En palabras de Pablo Nimo, “los recursos educativos abiertos nunca estarán al servicio de lo de siempre, son una herramienta de cambio e innovación”.

Existen multitud de recursos libres (imágenes, vídeos, audios…) de los que podemos disponer para utilizar en clase o para incorporarlos a nuestros materiales, cumpliendo con los requisitos de su licencia. También secuencias didácticas creadas por docentes para su aula y que deciden compartirlos con los demás, u ofrecidas a través de proyectos institucionales de creación de REA como el proyecto EDIA de CEDEC, el proyecto CREA de Extremadura o el IEDA de Andalucía.

Estos recursos educativos abiertos disponibles para su uso en el aula deben ser materiales de calidad (ver lista de control de calidad de un REA) que favorezcan los procesos de enseñanza y aprendizaje, y que faciliten su adaptación y mejora. Además, este proceso de utilización, revisión y modificación de materiales favorece la comunicación y la colaboración entre docentes y la creación de redes.

En este sentido, la convocatoria para la selección de docentes para la elaboración de recursos educativos abiertos publicada por la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía hace pocos días es una fantástica noticia. Incrementar la disponibilidad de REA de calidad para el profesorado siguiendo los principios del Diseño Universal del Aprendizaje (DUA) y con la libertad de usarlos y adaptarlos con eXeLearning es una verdadera oportunidad para toda la comunidad docente.

No siempre hay que crear materiales desde cero. Podemos utilizar y mejorar los existentes. Y en caso de crearlos, compartámoslos para que el profesorado interesado pueda utilizarlos y adaptarlos. La disponibilidad de REA de calidad promueve la continua actualización, revisión y adaptación de los materiales educativos, el fomento de una mejora incuestionable en los procesos de enseñanza aprendizaje, la creación de redes de colaboración docente y una educación inclusiva disponible para todos y todas.

 

El presente artículo es una adaptación del orginal publicado en el  Blog #TDE de la Junta de Andalucía en el que CEDEC participa en calidad de asesor, formando parte del Equipo #TDE-Andalucia.