Un vídeo, un proyecto, tareas. La catástrofe de Japón

Cuando leemos por internet o por diversos libros cómo hacer un proyecto, cómo estructurar partes de nuestras asignaturas o áreas por tareas, siempre nos entra un vértigo que se resume en: ¿podré realizarlo yo en mi aula y con mis alumn@s? Nos detenemos en comprobar cómo debe estructurarse el proyecto, el nivel de concreción de la tarea o incluso nos preguntamos ¿qué es eso de evaluación por rúbricas? ¿Se consensúan con los alumnos o se imponen?

Muchos docentes ya se han lanzado a emplear esta forma de hacer en las aulas y con unos resultados realmente envidiables. Os mostramos la información que, generosamente nos ha hecho llegar Jose María Ruiz, profesor del IES «El Palo» en donde nos detalla el proyecto colaborativo realizado por alumn@s de 4º ESO.

Jose María Ruiz nos cuenta:

Se trata de un Proyecto colaborativo desarrollado entre tres grupos de 4ºESO, uno de ellos de Proyecto Integrado Bilingüe y dos de Informática; de estos uno es de Diversificación y otro no diversificado. Los grupos de Informática llevaron el peso del trabajo, y un dato relevante es que entre el alumnado de esta asignatura predomina el perfil de bajo o muy bajo rendimiento académico.

Cuando ocurrió la catástrofe en Japón vimos varios vídeos en Youtube en clase y nos preguntamos si podíamos hacer algo; tras discutir varias opciones decidimos hacer un vídeo para enviar un mensaje de apoyo al pueblo japonés en general y estudiantes japoneses en particular.

Entonces nos planteamos cómo hacer el vídeo y cómo hacerles llegar el mensaje. Y vimos que ello implicaba realizar una serie de tareas interrelacionadas, es decir, que implícitamente nos estábamos planteando poner en marcha de un proyecto de trabajo.

 
 

El alumnado de ambos grupos fue partícipe en la elaboración de la lista de tareas y de su desarrollo posterior desde el primer momento. Esta decisión inicial fue clave para conseguir un alto nivel de compromiso del alumnado con el proyecto, así como el hecho de que sus propuestas eran incorporadas como tareas después de ser debatidas. De este modo se consiguió que para ellos tuviera mucho sentido lo que estábamos haciendo. Según una parte del alumnado participante, uno de los aspectos interesantes del proyecto ha sido aprender a ponerse de acuerdo, a discutir las decisiones, y a elegir la que nos parecía más acertada.

También la conexión del trabajo con una situación real ha sido clave para potenciar la motivación.

Algunos ejemplos de sugerencias que aportaron fueron:

  1. En el vídeo debe haber mensajes en inglés además de en español, para que puedan entenderlos más personas; en un primer momento nos planteamos hacerlo sólo en español y canalizar el vídeo a través del Instituto Cervantes de Tokio, ya que, el nivel de Inglés del alumnado de Informática es muy bajo.
  2. Hay que subtitular en inglés los mensajes en español para que todo el alumnado que quiera transmitir su mensaje pueda hacerlo.
  3. Podemos utilizar las redes sociales para difundir el vídeo (Tuenti, Twitter, Facebook).
  4. Debemos publicar el vídeo en los blogs para poder recibir comentarios en ellos, y la entrada debe tener texto tanto en español como en inglés.

Dado que las tareas relacionadas con el idioma que nos planteábamos desbordaban las competencias del alumnado de Informática, partió de ellos espontáneamente la idea de pedir colaboración al alumnado bilingüe de 4ºESO.

Una de las conclusiones claras en esta experiencia es que la colaboración ha sido una actitud natural para la gran mayoría del alumnado participante, tanto para aportarla como para demandarla.

Esta actitud ha favorecido el que cada uno aportara lo que sabía y lo que podía, permitiendo una adaptación a la diversidad del alumnado en todo momento.

Y las habilidades que han ido adquiriendo en función de su capacidad, son transversales y aplicables a distintas situaciones y disciplinas. Por ejemplo, el envío de correos a muchas personas distintas ha dado pie a explicar la necesidad de respetar la privacidad de los datos y la importancia de utilizar CCO cuando se hacen este tipo de envíos. También la utilización de Tuenti ha permitido hablar de privacidad y ha servido de excusa para revisar la configuración de la misma que tenía el alumnado en su perfil en esta red social.

Todo ello hacía posible de una manera natural la integración de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales al realizar las distintas tareas. Ello nos ha permitido conocer dónde están las fallas geológicas próximas a Japón, qué es la Fiesta del cerezo (que estaban teniendo lugar mientras desarrollábamos el proyecto), qué es el Instituto Cervantes, e incluso la situación geográfica de Japón. Y también hemos debatido sobre los riesgos de la energía nuclear y las alternativas que existen a la misma.

El trabajo por competencias ha sido algo espontáneo como consecuencia de la naturaleza del proyecto y de su conexión con la vida real. Las principales competencias trabajadas son la lingüística tanto en español como en Inglés, la competencia social y ciudadana, la competencia digital, la competencia de aprender a aprender, e incluso la competencia matemática (algún alumno aprendió a hacer una regla de tres para reducir el tamaño del vídeo al publicarlo en su blog, ya que, su anchura era excesiva).

La lista de tareas que elaboramos y que fue modificada a medida que íbamos avanzando fue la siguiente:

  1. Discutir y acordar el planteamiento visual del vídeo;
  2. Decir los mensajes frente a la cámara, que serían escritos previamente;
  3. Hacer los carteles y organizar la aplicación de la pintura a las manos a todos los participantes en el vídeo;
  4. Pedir la colaboración del alumnado de 4ºESO bilingüe para transmitir mensajes en inglés.
  5. Los mensajes en español se subtitularían en inglés para que pudieran ser comprendidos por los destinatarios del vídeo;
  6. Para los que prefirieran no hablar ante la cámara se harían carteles con palabras que expresaran nuestra solidaridad con Japón;
  7. Se subiría el vídeo a Youtube;
  8. Utilizaríamos las redes sociales, Tuenti, Facebook, Twitter para difundir el vídeo;
  9. Publicaríamos en todos los blogs de 4ºESO el vídeo dentro de una entrada que explicara por qué lo habíamos hecho;
  10. Pediríamos al alumnado bilingüe de 4ºESO que tradujera las entradas de los blogs al inglés para conseguir feedback mediante comentarios (en cada entrada los textos aparecerían en inglés y en español);
  11. Contactaríamos con el Instituto Cervantes en Tokio para facilitar la distribución del vídeo entre estudiantes japoneses;
  12. Recopilaríamos direcciones de correo electrónico de centros educativos en Tokio para enviarles tanto el vídeo como las URL’s de los blogs.

El desarrollo de estas tareas frente a la realizacion de ejercicios en clase requiere más esfuerzo y más tiempo, lo que hace necesaria una reducción de la extensión de los curriculums para ganar en profundidad, si queremos desarrollar este tipo de proyectos.

De todas estas tareas algunas las desarrolló un grupo completo, por ejemplo, difundir a través Twitter las entradas de los blogs, otras fueron realizadas individualmente como publicar el vídeo en su perfil de Tuenti, y otras fueron realizadas en pareja, como la inserción de los subtítulos en el vídeo. La gran mayoría de las tareas las han realizado alumnos que se prestaban voluntariamente a hacerlo.

Las tareas se repartieron en función de los intereses del alumnado, pero para asegurarnos de que todos seguían el proceso completo todas se explicaron en clase una vez finalizadas. Algún alumno también explicó en su blog la que había realizado.

La primera tarea que abordamos fue la elaboración del vídeo y por ello el primer paso fue hacer un debate sobre cómo debíamos plantearlo en función del objetivo que nos habíamos marcado. También tuvimos en cuenta la precariedad de medios técnicos.

El punto de partida fue la elaboración de carteles con mensajes en inglés y en español que el alumnado mostraría ante la cámara; también pensamos cómo podríamos decorar el aula, dónde colocar la cámara y si moverla o no, y así llegamos al resultado final que está publicado en Youtube, después de hacer dos ensayos.

Clic sobre CC dentro de las opciones de You Tube para ver los subtítulos

Lógicamente después de grabar el vídeo, tuvimos que capturarlo y editarlo, para lo que empleamos Movie Maker.

La subida del vídeo a Youtube la hice yo en casa para ganar tiempo. Hay que decir que la presencia de alumnado del Máster de Secundaria, siendo muy interesante en muchos sentidos, retrasó el desarrollo de este proyecto porque tuvimos que suspender su desarrollo para que impartieran las sesiones que les correspondían.

Una vez subido a Youtube para insertar los subtítulos empleamos Youtube Subtitler, una herramienta on-line. Esta tarea corrrió a cargo de Fali e Isaías, de 4º de Diversificación.

El componente emocional del vídeo ha contribuido a la implicación del alumnado en el trabajo porque les ha permitido sentir que estaban transmitiendo un mensaje real a personas reales, es decir, que estaban produciendo comunicación humana.

La reflexión sobre el desarrollo del proyecto ha sido otro aspecto muy útil. Nos ha permitido analizar qué nos estaba saliendo bien y qué no y por qué. Y a resultas de la misma se añadió alguna tarea nueva, como enviar correos a centros educativos en Tokio, o se modificó alguna de las que estaban previstas.  La autoevaluación en grupo de las tareas que estábamos realizando ha sido un elemento clave, ya que, la mayor parte del alumnado se mostraba capaz de hacer críticas interesantes con el objetivo de mejorar el trabajo.

La coordinación de los tres grupos ha sido lo más laborioso, teniendo que comprobar a menudo si estaban hechas las tareas que tenían asignadas. Por ejemplo, que los autores de los blogs habían recibido las traducciones del alumnado bilingüe, o que las traducciones estaban publicadas en los blogs.

Utilizamos un documento de Google para repartir los blogs del alumnado de Informática entre el alumnado bilingüe. Estos se ocuparon de leer las entradas publicadas y las tradujeron al inglés. Una vez hecha la traducción la enviaron a sus respectivos compañeros para que estos las incluyeran en las entradas que habían sido publicadas en español sobre la catástrofe en Japón.

Las herramientas utilizadas han sido las siguientes, elegidas en función de las necesidades.

  1. Google Docs, para organizar el trabajo (por ejemplo para asignar alumnos que traducían a alumnos que publicaban en su blog).
  2. Movie Maker, para capturar y editar el vídeo;
  3. Youtube, para publicar el vídeo;
  4. Youtube Subtitler, para insertar los subtítulos;
  5. Blogger, para trabajar en los blogs del alumnado;
  6. Twitter y Tuenti, para difundir el vídeo;
  7. Bit.ly, para acortar las direcciones;
  8. Google, para buscar contactos con escuelas en Japón.
  9. Gmail, para contactar con escuelas de Tokio y con el Instituto Cervantes.
  10. Wordreference y el traductor de Google, para traducir palabras y expresiones.